Los 30 son los nuevos 20 en muchos sentidos, sin embargo, el paso del tiempo en la piel no es uno de ellos, ¿qué hacer para que tu cara se vea de la edad que te sientes? Sigue leyendo y lo sabrás.
Cada piel tiene necesidades específicas y requiere de una atención que no puede ser igual a ninguna otra, sin embargo, es necesario tener un tratamiento antienvejecimiento cuando ya has pasado la tercera década de tu vida, pues para este momento, las cremas ya no son suficientes.
Es importante acostumbrarse desde temprana edad a seguir una rutina del cuidado de la piel con al menos 3 pasos principales:
- Lavar bien la cara con un limpiador especial para tu tipo de piel
- Hidratar tu piel con una crema adecuada
- Proteger tu rostro de los rayos del sol con protectores y bloqueadores
Además, debes buscar una línea cosmética que se adapte a tu edad y tipo de piel, pues también influirá en cuánto y cómo envejece tu piel; de preferencia, opta por los productos que tengan en su composición antioxidantes como la vitamina C.
¿Por qué es importante pensar en un tratamiento antiedad?
Tu rostro es tu carta de presentación, cuidarlo y mantenerlo joven es la mejor forma de dar una buena impresión. Por esta razón, te decimos qué tratamientos tienes a tu disposición:
- Radiofrecuencia facial para la flacidez: es tan buena que se conoce también como “lifting” sin cirugía. Este tratamiento eleva la temperatura de los tejidos estimulando la producción de colágeno, ayudando a combatir los signos del envejecimiento en la piel.
- Faciales con oxígeno para prevenir arrugas: indispensable si lo que quieres es disminuir la profundidad de las líneas de expresión y arrugas. Este método aplica oxígeno puro sobre la piel del rostro y es el favorito de las personalidades del mundo del espectáculo como Angelina Jolie y Madonna gracias a su enorme capacidad para regenerar los tejidos y recuperar su luminosidad.
- Luz pulsada para desvanecer las manchas de la piel: si lo que quieres es un tono unificado para tu piel lo mejor es un tratamiento de fotorrejuvenecimiento con luz pulsada, que a través de la luz, estimula la regeneración del colágeno y la elastina para darle un aspecto joven y suave.
- Faciales hidratantes para arrugas: la piel tiene un porcentaje de hasta 20% de agua, que es lo que ayuda a mantener la elasticidad, cuando ese porcentaje baja a menos del 10% el rostro se vuelve áspero y es más propenso a formar arrugas. Un facial hidratante, que combine el uso de una mascarilla y la aplicación de luz LED para intensificar los resultados, le regresará la vitalidad y luminosidad a tu rostro.
- Rutina de belleza adecuada: cada uno de los métodos anteriores, debe ir acompañado de una limpieza facial diaria que mantenga tu piel libre de imperfecciones e hidratada de forma cotidiana.
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